PICOR CUTÁNEO: ¿QUE HAY MÁS ALLÁ DE LA ALERGIA? (PARTE I)

PICOR CUTÁNEO: ¿QUE HAY MÁS ALLÁ DE LA ALERGIA? (PARTE I)

¿En qué consiste el picor?

El picor o prurito es en una sensación desagradable de la piel (comezón o picazón) que provoca en el organismo una respuesta motora, en forma de rasado, para lograr su alivio. Como consecuencia del rascado, se pueden producir lesiones como heridas o sangrado, sobreinfección, y -si el rascado es intenso y persistente- engrosamiento localizado de la piel o liquenificación. El rascado puede aumentar el picor lo que, a su vez, induciría mayor rascado, estableciéndose así un circulo vicioso difícil de cortar.

La sensación de picor es detectada por receptores sensoriales de la piel y es trasmitida por las fibras nerviosas, a través de la médula espinal, hasta el centro del picor, en el tálamo, y desde ahí a la corteza cerebral donde se activa el reflejo del rascado. Los mediadores del picor, como la histamina, pueden actuar directamente sobre los receptores sensoriales, o, indirectamente, produciendo la liberación de este y otros mediadores del picor, como triptasa, opioides endógenos, serotonina, etc. 

¿Es el picor un síntoma banal?

El picor es un síntoma muy frecuente, y, aunque se considera una molestia banal, puede alterar la calidad de vida, perturbar el sueño y llegar a ser insoportable e incapacitante, desencadenando alteraciones emocionales que pueden provocar depresión o agitación. Además, el picor puede ser síntoma de una enfermedad subyacente orgánica o sistémica que, en ocasiones, puede ser grave.

¿Cuáles son sus posibles causas? 

El picor se asocia a menudo con la alergia, y de hecho la mayoría de las reacciones alérgicas, tanto sistémicas (anafilaxia) como locales (cutáneas, naso-oculares, bucofaríngeas…), suelen cursar con picor, habitualmente recortado, al margen de cual sea su origen (alimentos, medicamentos, etc.). Sin embrago, el picor cutáneo aislado -cuando no se acompaña de lesiones en la piel (prurito sine materiae)- pocas veces es causado por una reacción alérgica, especialmente si es crónico. El picor crónico es mas frecuente en las mujeres y en personas de edad avanzada (prurito senil), en las que la piel tiende, con los años, a secarse, lo que puede ser el origen del picor o un factor que lo empeore. 

Cuando se conoce la causa, el picor suele deberse a enfermedades primarias dermatológicas o a enfermedades sistémicas u orgánicas (internas).

Entre las enfermedades de la piel que cursan con picor cabe destacar, además de la urticaria y el eccema (que pueden ser también de origen alérgico), otras dermatosis no alérgicas como el liquen, la psoriasis o ciertas parasitosis, como la sarna (escabisosis) o los piojos (pediculosis), picaduras de insectos o micosis (tiña), entre otras. 

El picor sistémico puede ser, en función de la causa que lo provoca, de origen:

  • Renal, como el que padecen los enfermos con insuficiencia renal, especialmente los pacientes sometidos a hemodiálisis.
  • Hepático, por obstrucción biliar o colestasis (ictericia obstructiva), como el observado en pacientes con cálculos biliares (litiasis), cirrosis o tumores.
  • Hematológico, como el que pueden sufrir los individuos con anemia por déficit de hierro, policitemia vera (prurito acuagénico) o mastocitosis
  • Endocrinológico, como el de la diabetes (infección por cándida o dermatofitos), el hipo e hipertiroidismo y el hiperparatiroidismo. 
  • Tumoral (paraneoplásico), como el que puede observarse en linfomas, mieloma, cáncer de pulmón, colon, síndrome carcinoide, y otros tumores 
  • Infeccioso, como el que padecen los pacientes con VIH (SIDA), hepatitis crónica C, herpes zoster, parasitosis (oxiuros).
  • Neuro-psiquiátrico, como el de la esclerosis múltiple, neurodermitis, pinzamientos, parasitofobia (delusio parasitorum), depresión, trastorno obsesivo-compulsivo, estrés-ansiedad, prurito psicógeno.
  • Farmacológico, causado por opioides (codeína), antiinflamatorios, anticonceptivos o antibióticos (eritromicina).
  • Otras causas posibles de picor son: la gestación, la menopausia, las colagenosis (esclerodermia), el contacto con irritantes (lana, jabones, etc.) u otros desencadenantes, como el frío o el agua (prurito acuagénico) 

De acuerdo con la extensión, el picor puede ser localizado debido habitualmente a causas dermatológicas, -aunque también puede obedecer a procesos sistémicos (purito anogenital en la diabetes) o neuropático (notalgia parestésica, etc) – o generalizado causado por una enfermedad dermatológica o sistémica, o bien ser de causa desconocida (idiopático), lo que puede ocurrir hasta en la mitad de los casos.

Dr. MANUEL DE BARRIO. Médico Alergólogo. UECA.