Recomendaciones para la vuelta a la rutina después de las vacaciones
Llega el fin del verano y con él la vuelta a la rutina y, para muchas personas, el estrés. Retomar los hábitos implica un pequeño periodo de adaptación difícil de llevar y que puede conllevar momentos de estrés, malestar o, incluso, una depresión posvacacional.
Por ello, el primer desafío con el que nos encontramos es volver a iniciar las actividades habituales y los horarios regulares de la mejor manera posible.
Para evitar el agobio que nos puede suponer este pedido de readaptación no tenemos más que seguir estas recomendaciones:
1. Planifica tu vuelta con antelación
Un buen apoyo para volver a la normalidad es la planificación y organización. Unos días antes de la incorporación al trabajo y al colegio es recomendable empezar a retomar los horarios de forma escalonada para que el cambio no sea drástico. Toda la familia tiene que ser partícipe para que las responsabilidades familiares se repartan entre todos los miembros: organizar la casa, planificar progresivamente la agenda, priorizar las actividades, etc.
2. Duerme ocho horas
Hay que ir reduciendo el margen horario para levantarse e irse a dormir por la noche, es decir, es importante empezar a dormir ocho horas dos días antes de incorporarte al trabajo, pues una alteración prolongada del sueño puede afectar a la salud y al rendimiento en el trabajo.
3. Cuida tu cuerpo
Algo que puede ayudarte los primeros días de más estrés es organizarte bien, de tal forma que al regresar del trabajo también puedas tener tiempo para realizar las actividades de ocio o deporte que más te gustan. Además, con el ejercicio físico se liberan endorfinas, las hormonas que proporcionan sensación de optimismo y bienestar.
- Hacer ejercicio media hora al día.
- Planear una dieta equilibrada baja en grasas y azúcares y rica en frutas, verduras, pescado o legumbres y reducir el consumo de alcohol y cafeína.
4. Cuida tu mente
Es lógico que durante los primeros días de la vuelta a la rutina nuestra mente tenga pensamientos negativos o estresantes: correos sin contestar, preparar reuniones, comprar los libros del colegio de tus hijos, etc. En esos momentos de tensión, que solo aumentan la angustia, lo ideal es descansar durante cinco minutos.
Además, se recomienda imaginar tu rutina considerando su aspecto más favorable y centrarte en los aspectos positivos de la vuelta:
- El descanso de media mañana con los compañeros del trabajo
- Los momentos en familia
- El placer de las aficiones
5. Guarda tiempo para ti
Busca tiempo para desconectar de la rutina, relajarte y mimarte. Un baño relajante en un día de estrés puede convertirse en tu aliado perfecto. Por su parte, concéntrate en un proyecto vital que te ilusione y busca motivaciones e ilusiones claras.