El difícil y costoso camino a la descarbonización

El difícil y costoso camino a la descarbonización

En plena crisis de los carburantes se hace imprescindible una alternativa a los combustibles fósiles. Mucho se habla de la descarbonización, pero no tanto de lo difícil y lo costoso que puede llegar a ser ese camino.

Aunque el sector de la movilidad está realizando un “enorme esfuerzo” para hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro del mundo de aquí a 2050, la industria pide un impulso que se centre, principalmente, en el usuario, al que consideran verdadero agente activo en este proceso.

Con el precio del combustible disparado no sorprende que los conductores pongan cada vez más de su parte en la lucha contra el cambio climático. Poco a poco, los vehículos más sostenibles ganan adeptos, ya que aquellos que buscan un modelo “verde” son casi uno de cada cinco (17,8%), cuando en enero aglutinaban un 11,9%, según datos de Sumauto, especialista en portaes. De este modo, el apetito por vehículos más sostenibles ha ido in crescendo y se aprecia, sobre todo, en el mercado de nuevos. Ahí, los conductores empiezan a ver más allá de los convencionales gasolina y diésel, de modo que las búsquedas de motorizaciones alternativas representan ya más de una de cada cuatro (29,7%). Los favoritos son los híbridos (puros+enchufables) con un 18,9% a pesar de que sufrirán el mismo veto que el diésel y gasolina. El híbrido se erige, por tanto, como un vehículo de transición hacia la movilidad 0 emisiones para muchos conductores, toda vez que hay 13 años por delante para que entre en vigor el fin de la producción de vehículos que emiten gases, es decir, tantos años como la antigüedad media de los coches en España, por lo que un híbrido que se compre en 2022 llegará a viejo, al tener asegurado su ciclo de vida completo.

Este interés del consumidor por vehículos ecológicos coincide con la conclusión de Neutral in Motion (NIM) en el evento “El motor del cambio inteligente y sostenible”, que considera al ciudadano como el verdadero protagonista y agente activo en el proceso de la descarbonización española.

Porque aunque desde la automoción se haya afirmado que todos los sectores están plenamente comprometidos con los objetivos medioambientales mediante el impulso de una movilidad más sostenible a través de la adopción de medidas y estrategias que permitan a nuestro país seguir progresando en la necesaria renovación del parque, mediante la fabricación y comercialización de los nuevos vehículos bajos en emisiones, es necesario tener en cuenta al ciudadano, que, como guía activo y comprometido de este proceso, debe marcar el camino de las nuevas tendencias a la hora de desplazarnos por las ciudades ante la multimodalidad de medios de transportes existentes, convirtiéndose, así, en parte esencial y protagonista de una movilidad racional, coherente y sostenible.

Para ello es crucial, además de su compromiso, que se les asegure una uniformidad en los enfo- ques regulatorios en los distintos niveles de la ad- ministración, una acción coordinada entre todos los decisores públicos que ofrezcan al ciudadano soluciones de mercado asequibles, así como políticas activas comunes y coherentes que animen a los usuarios a adaptar definitivamente sus tendencias de movilidad a fórmulas respetuosas con el medio ambiente, más eficientes y responsables.

En función de este uso responsable se conseguirán mejores resultados para la economía y para el conjunto de la sociedad.

En este sentido, para Ricard Casalins Ribó, Coordinador General de Mobility Institute, “lo que está claro es que el usuario urbano quiere cambiar”.

Y es que, según una encuesta propia realizada a ciudadanos de Madrid y Barcelona (en ciudad y sus primeras coronas), desde enero de 2019, de manera casi constante, “existe entre un 30 y un 35% de personas que afirman no estar satisfechas con su movilidad diaria”. Una “grandísima opor- tunidad” para ofrecer servicios de movilidad de calidad, tanto para el sector privado como para la administración, aseguró Casalins.

Con respecto a cómo ha evolucionado la normativa reguladora si hablamos de vehículos privados, transporte público y resto de desplazamientos, Ramón Ledesma, Asesor de Pons Seguridad Vial, indicó que “toda la arquitectura normativa ha estado históricamente vinculada al vehículo de cuatro ruedas como eje a través del cual se ordenaba la movilidad. La situación ha cambiado radicalmente y hoy es el ciudadano el que debe marcar las prioridades de esa nueva movilidad que, además de sostenible, debe ser eficiente y segura si queremos que realmente se imponga como alternativa a lo que ya sabemos que no funciona en la movilidad actual”.

Por tanto, para avanzar en este cambio de paradigma, urge involucrar a la ciudadanía en la transición hacia sociedades más modernas y ciudades limpias con multitud de opciones de desplazamiento más seguras, inclusivas, asequibles y sostenibles, considerando la movilidad como un elemento de cohesión social pero buscando la eficiencia regulatoria y evitando medidas que se basen en prohibiciones, sino más bien en la definición de estrategias que permitan al resto de agentes ofrecer al ciudadano el principio ineludible de “accesibilidad universal”.

Sector implicado

Desde Faconauto, su director de asuntos públicos, Juan Luis Fernández, recordó que estamos ante “la mayor disposición de oferta”, y que son las ciudades quienes tienen que “impulsar la movilidad segura, sostenible y multimodal”. Insistió en el hecho de que los concesionarios “deben formar parte de la nueva movilidad, también como gestores de puntos de recarga y ofreciendo servicios al calor de la tecnología digital y generando valor de la movilidad como servicio”. Desde Faconauto “somos conscientes de la imparable descarbonización del parque automovilístico; así como de nuestro rol de prescriptores de la nueva movilidad”, señaló. No obstante, advirtió de que “nadie tiene la solución mágica para solucionar los problemas de la movilidad. Ninguno de nosotros es propietario de la nueva movilidad, sino que es un derecho del ciudadano”.

Para Jaime Barea, director corporativo de Ganvam, “no se debe caer en el error de equiparar el vehículo privado con la contaminación. Lo que contamina es el vehículo antiguo.” Una afirmación que obliga a rejuvenecer el parque “de forma adecuada” sin dejar de lado el Euro6. “Los planes de incentivos al eléctrico son imprescindibles, pero no son suficientes. Necesitamos hacer pedagogía y explicar al ciudadano la tecnología”, señaló. En su opinión, cree que el car sharing “ha hecho más por el eléctrico que muchas campañas y gracias a ello hemos aprendido a usarlo”.

Precisamente la cooperación entre sectores es una pieza clave para que la transición hacia la nueva movilidad sea efectiva. Una opinión que comparte la Asociación Española de Renting (AER) cuyo presidente, José Martín Castro, destacó que “uno de cada tres vehículos electrificados está financiado por renting”. “El cliente de renting piensa en un modelo sostenible”, apuntó Martín Castro, quien no dudó en confesar que su sector había llegado a la sostenibilidad prácticamente “a empujones por los clientes”. “Nos han puesto las cosas difíciles y nos han sacado de la zona de confort, pero está calando en la ciudadanía”, explicó en relación a la descarbonización de la automoción. Una descarbonización para la que se necesita una infraestructura eléctrica que, según indicó el presidente de AER, es suficiente para el volumen que hay, pero “no a donde queremos llegar”. “Hay que tener en cuenta que se ha roto el paradigma del consumo, ahora los clientes analizan las distintas tecnologías y su comportamiento es más como inversor. Pero el compromiso del sector es máximo y el volumen de inversiones es muy alto”, afirmó Martín Castro, que advirtió que hablar de sostenibilidad es insuficiente si no se llega a los clientes. En la misma línea se pronunció el presidente ejecutivo de la Federación Nacional de alquiladores de vehículos, Juan Luis Barahona. “El 85% por ciento de nuestra actividad está orientada al turismo y nuestros coches se renuevan cada poco tiempo”, y reconoció que se ha detectado un cambio en el usuario, que da más valor a la movilidad sostenible.

Una industria comprometida

Sin duda una mayor oferta de modelos sostenibles favorecerá la descarbonización de las ciudades y para ello es fundamental la implicación de los fabricantes. José López-Tafall, director general de la Asociación Nacional de los Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC, reivindicó que la industria está “tirando del carro del carro”, al tiempo que aseguró que es el sector que tiene “el mayor de los intereses en que el mercado acompañe”. Un interés que ha propiciado que en los últimos años España cuente con 150 modelos eléctricos cuando hace 10 solo se comercializaban 12. López-Tafall indicó además que en lo que llevamos de 2021, solo hasta el mes de septiembre, se han producido más vehículos eléctricos que en todo 2020. “tenemos que seguir empujando en los planes de demanda, pero debemos dar más seguridad en la infraestructura de recarga, que debe ser muy superior a la que tenemos”, indicó.

También es clave para acelerar el proceso de descarbonización, según José María Riaño, secretario general de Anesdor, adoptar la premisa de usar el vehículo que mejor se adapte a cada circunstancia, con la tecnología más eficiente. “En este entorno multimodal que ya es una realidad”, aseguró, “las motos y especialmente las eléctricas, que ya son más del 8% del mercado, jugarán un papel destacado”.

Más I+D+I

Pero para conseguir los objetivos, explicó José Portilla, director general de la Asociación española de proveedores de automoción, es necesario también seguir invirtiendo en I+D+I. “Para que los modelos sean asignados a España hay que ofrecer una diferenciación tecnológica y eso pasa por la innovación”. Por otro lado, insistió en las ayudas a la oferta. “No hablamos de subvenciones, pedimos que se anime a las empresas a que sigan invirtiendo en innovación”.

Por su parte, la Asociación de Fabricantes de Autobuses y Carroceros (Ascabus), a través de su presidente, Javier González, afirmó estar trabajando para dar el mejor servicio al ciudadano con bajas emisiones. “La renovación del parque de autobuses es un reto”, señaló. Actualmente el 54% de los autobuses que circulan en España tiene más de 10 años y un 33% tiene más de 15, siendo buena parte de ellos vehículos diésel. Sin embargo, actualmente el 75% de los vehículos matriculados tienen combustibles alternativos y casi un 20% son de cero emisiones. “El autobús es el medio de transporte más eficiente y solo tiene un 28% de CO2 por km. y viajero. La administración tiene que apoyar con medidas fiscales la automoción sostenible”, insistió.

Opinión que comparte Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE, para quien el Gobierno, debe constituir ya una mesa de trabajo para trabajar juntos. “La automoción tiene actualmente su barrera en la crisis de suministros”, afirmó, insistiendo en la barrera de la infraestructura de recarga, “algo fundamental para el establecimiento del vehículo eléctrico”.